miércoles, 21 de abril de 2021

Más prejuicios...

Los tatuajes y la delincuencia

    Hola de nuevo a todos y todas. Hoy os vengo a hablar de los tatuajes y lo que conlleva estar muy tatuado. ¿Por qué vivimos en una sociedad donde los tatuajes son símbolo de delincuencia? ¿Por qué los tatuajes dificultan tanto la oportunidad de encontrar trabajo? Estamos rodeados de prejuicios.

    Es verdad que hoy en día es muy elevado el porcentaje de presos con tatuajes, pero también los hay sin tatuar o con tatuajes pequeños, entonces, ¿por qué se consideran los tatuajes como delincuencia? Hace muchos muchos años, los tatuajes servían para marcar a delincuentes y esclavos, y es por eso por lo que creo que esos prejuicios nos siguen hasta nuestros días. Cada día es mayor el número de personas que decide hacerse un tatuaje por algún significado o simplemente porque le gusta, pero también es muy difícil encontrar trabajo ya que, si los tatuajes son grandes y se ven mucho, es mejor que no trabajes porque a la gente no le transmites confianza.

    El año pasado salió una campaña de la mano del tatuador Jose Juan Navarro y el fotógrafo Óscar Quetglas con el lema "El tatuaje es arte, no te hace delincuente" en defensa de las personas tatuadas que les era difícil encontrar un trabajo. La campaña consistía en publicar una serie de fotos con carteles que ponía el lema de la campaña y se mostraba en contra de la discriminación laboral. Estas personas querían decir que las marcas en sus cuerpos eran arte y que a la hora de trabajar no les impedían hacer nada, el impedimento lo pone la sociedad. Si queréis leer la información al completa o ver alguna imagen os dejo esta página web: última hora


Imagen obtenida de Pixabay. 

    Ahora bien, desde mi punto de vista, cuando hablamos de tatuaje hablamos de trabajo, uno muy riguroso y artístico que da puestos laborales a numerosas personas. Esto es, hay miles de personas que viven de esto y pueden correr riesgo si la sociedad sigue creando prejuicios como asociar los tatuajes con la delincuencia o la falta de experiencia, ya que la gente que quiera tatuarse se lo pensará y acabará apartando la idea para que no se le etiquete ni se le dificulte la vida.

    Entonces... ¿dónde queda eso de hacer lo que quieras cuando quieras? Parece que aquí se nos olvida. Como futura educadora social os pido que no generalicéis estereotipos, no divulguéis prejuicios y no acomplejéis a la gente. Toda la vida he estado rodeada de personas que me decían que si me tatuaba me iba a arrepentir y yo les digo: ya habrá tiempo de arrepentirse, soy joven, pero también sé lo que quiero ahora. Es verdad que he llegado a acomplejarme y replantearme las cosas, pero llegados a este punto, hay que vivir la vida y normalizar este tipo de cosas, los tatuajes, para que aquellas personas que están tatuadas por gusto, no se avergüencen, ni se les tema y puedan hacer su vida con normalidad.


Imagen obtenida de Pixabay. 

    Un saludo, lectores, espero que os haya gustado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La despedida.

Quizá sea un "hasta luego".       Hola de nuevo a todas las personas que me leéis. Hoy vengo con una entrada un poco triste y es q...