Violencia machista.

 Bellas palabras llenas de realidad.

Dueña de tus amaneceres.

    

    Eras halcón

    antes de ser pájaro enjaulado,

    eras luz

    antes de que la sombra de su mano

    tu corazón cubriera. 

    Resignación es palabra antigua

    que no trae rama de olivo

    en pico de paloma,

    es travesía sin agua,

    aceptar la sed.

    A ser libre mujer, no temas,

    extiende tus alas,

    danza en tu vuelo,

    deja que música de violines 

    tu pelo meza

    y sea el arco iris

    tu vestimenta. 

    Rompe del miedo las cadenas,

    y que la vida deposite,

    en el renacido cuenco de tus manos,

    solo gotas de miel.

                                            Elena Díaz Santana. 

    Hoy, 21 de marzo, día mundial de la poesía, esos escritos con tanta belleza, que esconden don y misterio, he decidido conmemorarlo con este poema que habla de la violencia que sufre una mujer, no tan física, sino más bien psíquica. La escritora nos habla de una mujer que vive en la sombra, una mujer que antes era todo y ahora la han quedado en nada. La manera de escribir y enlazar los versos nos deja una sensación de ahogo, de certeza, de realidad. Las pausas en versos que transmiten lo que está escribiendo, "antes de que la sombra de su mano" y pasa al verso siguiente, nos puede transmitir que, tras un impulso de agresión física, nos quedamos enmudecidos. Hace, además, referencia a palabras que podemos encontrar ante violencia de género, "Resignación", sinónimo de paciencia, aceptación del dolor, para ella esta palabra ya no es lo que era, no tiene la esperanza ("que no trae rama de olivo,  en pico de paloma") que podía tener al principio, ahora sólo es "travesía sin agua,  aceptar la sed". Finalmente la escritora da ánimos, da "gotitas de miel" llenas de esperanza, da ese pequeño empujón que muchas mujeres necesitan para salir de esa jaula, de esa condena que es la violencia machista, esa en las que algunas no salen de la jaula, son condenadas a vivir, o quizá morir, en un nicho. 

    Donde gobiernen los celos, la desconfianza, las infidelidades, la traición, el orgullo y el dolor, huye, mujer, estás a tiempo de ser feliz, estás a tiempo de destruir tu muro para construir una fortaleza.